El Banco Central Europeo (BCE) ha bajado sus tres tipos de interés clave en 25 puntos básicos en la reunión celebrada el 17 de abril, tal como estaba previsto, ante el temor de que la guerra comercial de EEUU enfríe a la economía europea hasta llevarla a la recesión
El Consejo de Gobierno del BCE ha rebajado la tasa oficial hasta el 2,25%, mientras que ha dejado el tipo aplicable a las operaciones principales de financiación en el 2,4% y el de la facilidad marginal de crédito, en el 2,65%. Las bajadas se harán efectivas desde el 23 de abril.
Esta decisión, que ha sido unánime, supone un cambio de rumbo, ya que en la reunión de marzo el Eurobanco dejó entrever que haría una pausa en el ciclo de bajadas.
En las últimas semanas, algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE se han mostrado a favor de una nueva rebaja de los tipos de interés. Uno de ellos es François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, que se ha mostrado a favor de seguir recortando el precio del dinero ante el impacto de los aranceles anunciados por Donald Trump y la inestabilidad bursátil de los últimos días. El banquero ha afirmado en una entrevista con el diario Le Monde que "todavía hay margen para bajar los tipos" y que la autoridad monetaria debe actuar de forma ágil, "porque debemos ir tan rápido como esté justificado".
El euríbor también ha estado descontando en las últimas semanas un nuevo movimiento a la baja en los tipos de interés de la eurozona. De hecho, el indicador de referencia para la mayoría de las hipotecas variables en España registra una media mensual provisional del 2,21%, un nivel muy por debajo del 2,398% en el que terminó marzo.
Hasta que EEUU ha dado el pistoletazo de salida a la guerra arancelaria, el consenso apuntaba a un máximo de dos recortes adicionales del precio del dinero en lo que queda de año, con una tasa rectora del 2% a final de año, dentro de la horquilla que los economistas del BCE han calificado como nivel neutral, y que se sitúa entre el 1,75% y el 2,25%.
Pero el nuevo escenario comercial podría traer más descensos y más rápidos, sin descartar hasta cuatro rebajas hasta finales de 2025. En opinión de Frederik Ducrozet, de Pictet Wealth Management, recogida recientemente por Reuters, el BCE "tiene que recortar en cada reunión, aunque solo sea por la incertidumbre. No hay indicios de un aumento de la presión inflacionaria a largo plazo".
“El BCE parece haber cambiado su agenda prevista ante el terremoto arancelario de Trump, y se anticipa a una previsible ralentización de la actividad económica; aunque a corto plazo son buenas noticias para los hipotecados o quienes buscan una hipoteca, habrá que estar atentos a la reacción de los bancos, que podrían incrementar el precio de sus hipotecas y ajustar sus criterios de riesgo en previsión de un parón económico. A medio plazo, está por ver en qué dirección se moverá la inflación, presionada al alza por los aranceles y a su vez a la baja por ese previsible frenazo en el consumo”, explica Juan Villén, director general de idealista/hipotecas.
Durante la rueda de prensa posterior a la reunión, la presidenta del BCE ha emplazado al organismo a ser "más dependiente de los datos que nunca" ante la incertidumbre sobre la inflación que tienen las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo.
Christine Lagarde ha explicado que las "disrupciones del comercio global en alza están añadiendo más incertidumbre a las previsiones de inflación para la eurozona". Y ha subrayado que "tenemos que ser más dependientes de los datos que nunca ahora mismo".
En todo caso, ha indicado que con la información que hay a día de hoy, parece claro que habrá cierto impacto en el crecimiento, pero que el impacto neto en la inflación solo estará claro "con el paso del tiempo".
De esta forma, ha señalado que existen presiones a la baja para los precios como la apreciación del euro, la caída de los precios de la energía, unas menores exportaciones o el impacto en la demanda doméstica de las reacciones a los aranceles de los mercados financieros.
Por el contrario, los precios podrían subir si suben los precios de las importaciones por disrupciones de la cadena global de suministro, por el mayor gasto público para financiar la Defensa europea o por el efecto de eventos climáticos extremos sobre los alimentos.
Mas allá de la inflación, Lagarde ha explicado que los riesgos a la baja para el crecimiento económico "se han incrementado" por la escalada de las tensiones comerciales y las incertidumbres asociadas.
"La confianza en deterioro de los mercados financieros podrían llevar a condiciones financieras más duras, una mayor aversión al riesgo y hacer que empresas y hogares estén menos dispuestos a invertir y consumir", ha expresado la francesa.
La mandataria también ha afirmado que, aunque la decisión de bajar tipos en 25 puntos básicos ha sido unánime, durante la reunión de política monetaria se han debatido otras opciones. Aunque se ha abordado la posibilidad de una rebaja de 50 puntos básicos, ningún miembro del Consejo de Gobierno del BCE ha argumentado en favor de ese movimiento.
Por otro lado, la presidenta del BCE ha valorado positivamente la hoja de ruta de la Comisión Europea para mejorar la competitividad del bloque comunitaria. Lagarde ha incidido en que sus propuestas, incluyendo la simplificación normativa, "deberían ser adoptadas con premura"